La Dictadura de Franco, y la Guerra Civil son consecuencia de la división que sufre la sociedad española durante la primera parte del siglo XX. El enfrentamiento entre los sectores más liberales y los más conservadores se fue polarizando cada vez más bajo la influencia de una Europa dominada por los totalitarismos. Durante el desarrollo de la II República la división aumentó hasta dar lugar al golpe de estado con que se abrió la Guerra Civil (1936-1939). El régimen franquista es el fiel reflejo del tradicional protagonismo del ejército en la política española desde el siglo XIX. La Dictadura de Franco (1939-1975) se caracterizó en sus primeros veinte años por la reacción política e ideológica contra la obra de la II República. Se estableció un Estado totalitario inspirado en el modelo fascista, basado en la autarquía económica y el país sufrió un fuerte aislacionismo político que tuvo numerosas consecuencias negativas para el país.
Sin embargo, el dictador pudo llevar este régimen durante cuarenta años gracias a sus apoyos que se sustentaban en tres pilares principalmente. Por un lado la Iglesia; que le dio la legitimidad moral que Franco necesitaba. Pero a cambio de esto esta obtuvo poder social, bienestar económico, control sobre sus enemigos y grandes facilidades para la práctica y difusión de su doctrina. Por otro lado estaba el Ejército; Franco siempre contó con su fidelidad. Y por último, la Falange; Se apoyó en este partido “fascista” para controlar a las masas.
Las consecuencias del régimen franquista hay que analizarlas desde múltiples perspectivas, ya que tantos años de dictadura suponen un arco de tiempo muy dilatado como para no dejar huella. En el plano económico, y los efectos de la Guerra Civil supuso el que hasta 1954 no se alcanzasen de nuevo las rentas por habitante de 1935. Estamos hablando de veinte años de estancamiento económico. En el plano internacional, España sufrió un duro aislacionismo político, y aunque, aparecerán signos de superación, el régimen contará siempre con el rechazo de las democracias europeas, lo que no permite el ingreso de España en instituciones internacionales como la OTAN o la UE. En el plano social, la división de la sociedad española se verá acentuada por la represión de los vencidos. El tránsito pacífico de la Dictadura a la Democracia (la Transición) y la elaboración por consenso con la participación de todas las fuerzas políticas, incluido el PCE, de la Constitución de 1978 fueron dos pasos firmes hacia la auténtica reconciliación nacional.
Muy interesante
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