A pesar de toda esta evolución vemos que sigue habiendo personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas y que viven en situaciones precarias. En la última parte del libro se trata el tema de la ayuda y como dársela aquellos países que se quedaron atrás. Es evidente que el progreso ha tenido numerosos beneficios para el mundo general pero, ¿qué hacemos para ayudar a los que siguen estancados? El autor nos revela que muchas veces las ayudas externas pueden llegar a ser más dañinas que beneficiosas porque la utilidad que se le está dando no es la correcta. Además, dicho países receptores de ayuda muchas veces no logran avanzar debido a los gobiernos corruptos con los que cuentan que no hacen una buena administración de la misma.
Por su parte, Angus Deaton nos expresa que una solución al empobrecimiento sería adoptar una mentalidad menos ignorante en lo que se refiere a la ayuda exterior, siendo más conscientes de la repercusión de nuestras acciones. En cualquier caso, la posibilidad de un escape sigue latente, el mundo se encuentra en cambio constantemente y el ser humano está preparado para afrontar cambios y no retroceder.
Muy interesante, muchas gracias.
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